No hay nada más placentero para mí que escribirte esta carta, quizás no sea el momento adecuado para ello, pero quiero que sepas que te considero mi mejor amiga, mi hermana, mi confidente … y doy gracias a Dios por haberte puesto en mi camino.


Gracias amiga
por todo ese apoyo y cariño que me das. No olvides que es algo recíproco, pues yo estoy y estaré siempre para ti, pido a Dios nos ayude a afianzar más este lazo de amistad que nos une.
por todo ese apoyo y cariño que me das. No olvides que es algo recíproco, pues yo estoy y estaré siempre para ti, pido a Dios nos ayude a afianzar más este lazo de amistad que nos une.
Espero que cuando te llegue mi carta te sientas abrigada y querida, porque ese es el propósito de escribirla, como muestra de mi agradecimiento por las horas que me has dedicado, y sobre todo, para que sepas lo que representas en mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario